Josefina la Cantora o El pueblo de los ratones Franz Kafka 1883-1924 Voz: Ana Blanco Rozada Duración: 38 minutos Selección Musical: Mercedes Menchero Verdugo
Josefina La Cantora es una muestra del gusto de Kafka por contar historias de animales con debilidades humanas. En el caso de este pueblo de ratones, la protagonista posee los atributos de la artista, que la distancia de la mediocridad de un pueblo limitado por su carencia de infancia y por la carencia de historia, tradiciones y canciones. La relación entre esta artista y el pueblo es compleja y ambivalente, atributos de los que se sirve Kafka para indagar en la naturaleza del arte en contraste con un pueblo que duda en su valoración del mismo y de la propia figura del artista.
Una historia de animales en la que Kafka sublima una vez más los atributos de la humanidad.
El personaje de esta historia, un mono arrancado de su hábitat por unos cazadores, acaba de cubrir en poco tiempo su evolución para convertirse en un ser humano racional. Después de un tiempo con sus maestros y formadores, el simio ha podido evitar vivir en un zoo. Ahora es capaz de hablar, de beber aguardiente e incluso es capaz de fumar en pipa. Prueba de los hechos, es este singular informe dirigido a la Academia de Ciencias.
He aquí una reflexión sobre la naturaleza humana y sus dependencias.
La Metamorfosis La Transformación Franz Kafka Duración: 2 horas 16 Minutos Voz: David Tenreiro Martínez Música: Doc and WRMI (cc:by-sa) FX: Audiolibro.org Literatura del Absurdo
Tenemos el placer de ofrecerles la posibilidad de escuchar uno de los mejores relatos de Franz Kafka, La Metamorfosis, Verwandlung. Gregorio Samsa, un joven comerciante se despierta una mañana con la extraña sensación de haberse transformado en una especie de enorme insecto. Confuso y contrariado decide esconderse a los ojos de todo el mundo ya que se ha convertido en un ser detestable e incomprendido. Un estorbo incómodo.
En verdad, incómoda y angustiosa es la situación que nos describe Kafka en este relato magistralmente narrado por David Tenreiro Martínez para Audio-libro.com.
La colonia penitenciaria In der Strafkolonie
Franz Kafka
Voz: Enrique Aparicio Robles
Duración: 64 Minutos
Música: Lena Selyanina & Manuel Frey (cc:by-sa)
En esta ocasión Kafka nos cuenta que un explorador extranjero presencia una ejecución muy especial. La pena consiste en inscribir en el cuerpo del condenado el siguiente epitafio: Honra a tus superiores. Es un peculiar dispositivo de tortura, ¿no creen?.
Kafka es un gran maestro, con un estilo natural y a la vez turbio y agobiante. De nuevo logra introducirnos en un clima de pesadilla y hacernos desembocar en un final realmente apasionante. Éste es sin duda, uno de los mejores relatos del autor.
El Jefe chacal y el extranjero del Norte. Tensión. Los chacales rodean al extranjero y lo sujetan. ¿Terminará en tragedia? el pobre hombre sólo intentaba dormir. Un muestra de cómo un relato breve alcanza la máxima perfección. Más relatos de Franz Kafka
La Condena, Una historia para Felice B, es la primera novela corta de Franz Kafka publicada en 1912. Se trata de una reflexión sobre el complejo de Edipo.
Existen métodos insuficientes, casi pueriles, que también pueden servir para la salvación. He aquí la prueba:
Para guardarse del canto de las sirenas, Ulises tapó sus oídos con cera y se hizo encadenar al mástil de la nave. Aunque todo el mundo sabía que este recurso era ineficaz, muchos navegantes podían haber hecho lo mismo, excepto aquellos que eran atraídos por las sirenas ya desde lejos. El canto de las sirenas lo traspasaba todo, la pasión de los seducidos habría hecho saltar prisiones mas fuertes que mástiles y cadenas. Ulises no pensó en eso, si bién quizá alguna vez, algo había llegado a sus oídos. Se confió por completo en aquel puñado de cera y en el manojo de cadenas. Contento con sus pequeñas estratagemas, navegó en pos de las sirenas con inocente alegría. Sin embargo, las sirenas poseen un arma mucho más terrible que el canto: su silencio. No sucedió en realidad, pero es probable que alguien se hubiera salvado alguna vez de sus cantos, aunque nunca de su silencio. Ningún sentimiento terreno puede equipararse a la vanidad de haberlas vencido mediante las propias fuerzas. En efecto, las terribles seductoras no cantaron cuando pasó Ulises; tal vez porque creyeron que a aquel enemigo sólo podía herirlo el silencio, tal vez porque el espectáculo de felicidad en el rostro de Ulises, quien sólo pensaba en ceras y cadenas les hizo olvidar toda canción. Ulises, (para expresarlo de alguna manera) no oyó el silencio. Estaba convencido de que ellas cantaban y que sólo él se hallaba a salvo. Fugazmente, vió primero las curvas de sus cuellos, la respiración profunda, los ojos llenos de lágrimas, los labios entreabiertos. Creía que todo era parte de la melodía que fluía sorda en torno de él. El espectáculo comenzó a desvanecerse pronto; las sirenas se esfumaron de su horizonte personal, y precisamente cuando se hallaba más próximo, ya no supo mas acerca de ellas. Y ellas, más hermosas que nunca, se estiraban, se contoneaban. Desplegaban sus húmedas cabelleras al viento, abrían sus garras acariciando la roca. Ya no pretendían seducir, tan sólo querían atrapar por un momento más el fulgor de los grandes ojos de Ulises. Si las sirenas hubieran tenido conciencia, habrían desaparecido aquel día. Pero ellas permanecieron y Ulises escapó. La tradición añade un comentario a la historia. Se dice que Ulises era tan astuto, tan ladino, que incluso los dioses del destino eran incapaces de penetrar en su fuero interno. Por más que esto sea inconcebible para la mente humana, tal vez Ulises supo del silencio de las sirenas y tan sólo representó tamaña farsa para ellas y para los dioses, en cierta manera a modo de escudo
Franz Kafka nació en Praga en 1883; enfermó de tuberculosis muy joven.
Con Kafka empieza verdaderamente la narrativa moderna. Ya no se trata de emplear un lenguaje novedoso y brillante, sino de algo más importante todavía, Crear un mundo nuevo, otra realidad que sugiera a lector, el mundo que le rodea, el mundo real.
Muere en el sanatorio de Kierling, en Viena, en 1924.
El artista del hambre (Ein Hungerkünstler), fue escrito en 1922, sin embargo no fue publicado hasta después de su muerte en 1924. Narra la historia de un artista circense que ayuna encerrado en una jaula y al que nadie le presta ninguna atención.